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29/8/10

Mokra Gora 2

Aprovechando que no sabemos si va a llover a saco, nos montamos en el trenecillo de Kusturica (más info -> a google). El perrillo más feliz de la estación. Luego nos lo encontramos de nuevo en el complejo hotelero/parque temático de Kusturica.Había un tren que unía Belgrado y Sarajevo, el paso por las montañas que separan Serbia y Bosnia se cruzaban por este ferrocarril mediante un sistema de "ochos" (te puedes comprar camisetas con el logo, claro, esto es turístico) y túneles que siguen cumpliendo su función.

Ahora para uso turístico gracias al director de cine Emir Kusturica. Para él y para mucha gente es también un símbolo del pasado. Te ha quedado fantástico, Emir!!.

Mas madera!...Ya en España me entero de que esta bici se llama draisina. Dedicada a Too_Fast, claro.
En Serbia están fomentando mucho el turismo interior. Este vagón de asientos enfrentados estaba lleno de público procedente de un autobús de estos y llevaban una marcha brutal.


Como iba aprendiendo a deletrear cirílico, a mí me gustaban todos los letreros. Me pasé medio viaje leyendo como mucho las tres primeras letras de la primera palabra. Luego me superé un poco.Los operarios eran encantadores, respondían con infinita paciencia y cariño a las preguntas de algunos de los pasajeros del vagón y les decía el tiempo que faltaba para la siguiente parada a los que les preguntaban.
Brindamos por el camarero más eficiente del toda la estación de tren porque manejaba los centenares de billetes (para pagar una nadita necesitas un fajo) que se manejan aquí con una soltura que yo sólo había visto en los documentales de cajeros japoneses.




Al principio nos quedamos quietecitos en un vagón compartido con dos niños educadísimos que escuchaban las explicaciones que te van contando durante el viaje en varios idiomas. Luego no pudimos evitar salir a verlo todo.







Un viejo Peugeot adaptado a circular por las vías.





Al subir se realiza el recorrido de un tirón, pero luego se van haciendo paraditas.Muy bien, lo del trenecito, pero la lluvia se había mantenido contenida. Apostamos que no llueve y después de comer, con el depósito lleno y la configuración de agua, nos aventurarnos a recorrer las pistas del Tara. No podíamos imaginar el laberinto en el que nos metíamos.
















Subíamos y bajábamos constantemente una montaña tras otra. Con lagos en los valles. La carretera en algunos puntos un poco sucia por los desprendimientos y a veces con baches. Pero tenía todo ese verde que no apetecía tenerlos muy en cuenta.


Los camiones de esta zona me encantan. Y entonces veías otra bifurcación un poco más estrecha, que parecía llevar a algún lugar más lejano, y te desvías.
Casas diseminadas en los valles, unidas por caminos de tierra. Y otro valle con lago, y otra montaña más alta. Y otro cañón más profundo. Y por supuesto que no llevamos GPS.
Después de comer nos solidarizamos con el accidente de Alonso y devoramos las pistas del Tara. Después de la calma ferroviaria de la mañana, apetecía un poco de actividad activa.

Aquí la televisión no está doblada y depende de la cadena de televisión que vean y los programas que les gusten saben hablar inglés o español en mayor o menor medida. Pero en lo más profundo, ya bastante perdiditos, es difícil encontrarse con esos casos.

Nos habían dicho que lobos y osos vivían por aquí. La señalización es bastante ausente. Nos sentimos más y más perdidos por momentos!
Ir de paquete a veces es divertido, me esfuerzo esta vez en hacer amortiguación activa, manteniendo las piernas un poco en tensión cuando pillamos baches para reducir el impacto de la máquina..

Nos va a pillar la tormenta, nos vamos a poner de barro hasta las orejas, ya verás. Espera, que creo que me va a gustar! - Pero vamos, que no solo las nubes sino el cielo se iba poniendo negro.

Cabañas en los prados, idílico. "Con la ventaja de que además vas probando las "trail attack" con paquete y por pista". - Esto claro, supongo que lo pensaría si fuera conduciendo yo la moto. Mi enzarpada se había quedado en la casita idílica guardando los equipajes.

Por fin una indicación! ¿Pero que pone?
Un cartél describía el parque nacional, pero...¿Donde estábamos?.
La tormenta formándose siempre sin reventar y se iba haciendo tarde...

Posiblemente cruzamos la frontera varias veces.

Preguntando a un granjero que circulaba por la carretera, cogimos una pista...





Y por fin aparecimos en el parque temático de Kusturica: A pesar de que no hay McDonalds estamos salvados!!!

Homenaje a Tesla, oriundo de estas tierras. Esta foto se la dedico a mi padre, a rosco, a rafa ;) y a mis vecinos, y para saludar a todos ;P


Y luego nos fuimos a descansar, que era lo único que se podía hacer después de la aventura. Ese sueño profundo, reparador...

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