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8/9/12

Lujo y colegas en Macedonia

Hoy pretendemos ir hacia el sur y llegar a los alrededores de Meteora, ya en Grecia.

Paté de gallina para desayunar. Y con estas líneas vaya mi homenaje al quesito La Vaca que Ríe, que se encuentran tanto en Marruecos en pleno Ramadán como en las mesas postcomunistas de Macedonia.

Muy de mañana el lago no tiene horizonte, se funde con el cielo y se pierde el concepto y parece el mar - muy calmado, claro!!.


Al este las montañas de casi 3.000 metros que nos separan de Albania y al oeste otras que tampoco se quedan cortas. Vamos hacia ellas.

Dirección Pestani. Pues claro, una mezquita.

Alcanzamos un convoy de moterillos locales. Despacio les vamos observando, rebasando y saludando.

Despues hacen ellos lo mismo y nos integramos en uno de los grupos más variopintos que me he encontrado, la verdad. Van sin y con casco - uno alemán muy chiulo -, customs y no, trail y enduro y ninguna supera los 300 c.c. Les dejamos atrás.

En el Museo del agua, construído sobre palafitos remedan cuando aún vivíamos en la Edad del Bronce.

Tras detenernos, alcanzar y entralazarnos en su convoy, ya somos colegas de ruta y nos invitan a subir al parque del impresionante Galicica con ellos. Nos pilla de camino y les acompañamos un rato, pero poco.

Una carreterita de subida de unos 30 kms. y desnivel de 1000 mts entre bosquecillo. Se supone que hay linces por aquí, pero no, no vemos ninguno, claro :( Lo que sí se atropella por aquí son ranas.

Es tal la inmensidad que hay que recordarse todo el rato que ES UN LAGO!! Y mira qué lejos está todo y no se ve el horizonte!

Sesión de fotos con los colegas. Creo que esta es una de las primeras capillitas que vimos: a medida del bolsillo del muerto en accidente de circulación, llenan las cunetas y les vamos a hacer un post aparte.

Les hago saber que mi favorita sería la de enduro y su propietario encantador me obsequia con una pequeña demostración :)

Rebasamos la cordillera y bajamos hasta el lago Prespa. Aquí tomamos dirección hacia Bitola. Pero si encima de que es cirílico le quitan letras...

Tráfico local.

Resulta que la estación está en funcionamiento.
El viejo Yugo aparcado en la puerta y los carateres cirílicos del cartel de la estación nos recuerdan que estamos en la Exyugoslavia,




 Entramos en Grecia, de nuevo esquivando la lluvia en la frontera.


Antes de comprar el mapa al pasar la frontera, asegurándonos de que está también en inglés, ya nos hemos dado cuenta de que éste va a ser una de esas ocasiones en las que balbuceas leyendo las dos primeras sílabas del lugar en cada cruce.

Por las montañas de una de las muchas pistas de esquí que hay por aquí.Con caballos y todo.

No me imaginaba yo a los griegos tan esquiadores, en esta estación te llevan en helicóptero a las pistas. El caso es que comimos divinamente fuera de la temporada en un ambiente alpino.

La temperatura oscila hasta 10º según vamos cobrando altura o descendiendo a los valles.En estas carreteras se ven comadrejas atropelladas. O un bicho similar.


Después de Domokos (que mira qué nombre) y cerca de Trikala, esta es una ciudad de la que no recordamos el nombre y que visitamos sólo porque tenía un lago cerca, pero ya cualquiera nos parecerá muy pequeño comparado con el Orhid.

Nos perdemos, como de costumbre, preguntamos a un local, se nos olvida que a la gente no suelen gustarle las secundarias y terminamos en la autopista, pero al cabo de muy poco rato nos aburrimos demasiado y volvemos a salir a los pueblitos.

De momento no he visto monasterios, pero sólo las formaciones ya merecen la pena.

Son como los Mallos de Riglos pero están más lejos de aquí.

Pantagruélica cena con Meteora a nuestros pies. Prometo no volver a pedir ensalada griega...

 Y birras al abrigo de estos Mallos extranjeros.

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